Imágenes

El infinito es cóncavo y tiene superficie reflejante. Como una media luna cuyas extremidades son las primeras en aventurarse a penetrar la nada. Crece sin por qué y cada instante de eternidad las estrellas dependen más de esa inercia. No hay movimiento que se atreva a ser comparado con el de Él. Ni siquiera les dan las palabras para mencionar su nombre. Es como un dios que nunca accedió a ser reducido a pensamiento ni a recibir sacrificios o alabanzas. Es como un dios para el que era suficiente existir y no ser conocido ni adorado. Al lado de sus extremidades punzantes no hay ángeles (de ningún color). Ninguna esencia se atreve a viajar a su velocidad; rumora el brillo que es muerte segura. Ni la transparencia se atreve a jugar con él porque por mas que intenta ponerse enfrente de las imágenes más divertidas éste no ríe. [Entonces la transparencia se transforma en lágrima y flota en el vacío]. Una imaginación escueta creyó que podía crear más que Él. Ya ni Nadie ni Nada se atreven a mencionarlo y el todo teme que vuelva a suceder. El infinito es invencible. Yo un día me atreví a soñarlo y cuando desperté Yo había desaparecido.