Yo, yo me perdí en el camino.

Siento como si no tuviera nadie a quién escribirle ni alguien a quien hablarle para salir a bailar. Creo que a veces forzo la tristeza, que no llega, sino que pienso que debo de estar triste y entonces me pongo triste por algo que no tengo y que no sé si quiero tener. Supongo que el problema recide en eso: no saber qué quiero. No sólo quiero placer, no necesariamente quiero compañía, tampoco quiero alguien que diga que me quiera ni alguien con quien discutir, la verdad no me molestaría tener alguien con quien crecer, pero yo no sé cómo hacer eso al lado de alguien, lo único que hago es destruirme y eso tiene evidencia, si alguien pudiera ser yo se daría cuenta fácilmente de todo lo que yo no percibo, sólo hasta el último momento en que ya me dolió la caída (o hize que me doliera la caída porque debía de dolerme) y diría "es que cómo no te cansas de vivir la misma historia de insatisfacción". Así soy, me creo a partir del dolor que a su vez me creé por creer que algo podía ser diferente. No. No lo es. Y tal vez todo esto me lo hago porque no tengo nada mas qué hacer o porque nada me llama más que ver cómo se proyecta la surrealidad en mi vida. En mi camino donde siempre termino sola o creyendo que quiero algo que no voy a tener porque no me quieren dar. Eso. Esa es mi protección, querer algo de los demás y no de mí, así la decepción viene de fuera.
Soy de lo más absurdo que existe, o de lo más absurdo que cree poder existir. Ya ni siquiera saber, que ese verbo no se usa fácil. Está bien estúpido ser. Está bien estúpido querer que alguien escuche y no querer hablar. Está bien estúpido que siempre se reduzca a que el mayor placer me lo da el viento. Está bien estúpido creer que algo como el amor puede existir. Está bien estúpido decir la frase anterior. Está bien estúpido expresar. Está bien estúpido. Te quiero matar. No digo que me quiero morir nada mas porque entonces la puta fiesta fue para nada.

no sé. no sé si necesito medicina o si necesito vomitar.


Ahí va la canción completa (de La Casa Azul), cáchala:

Ya lo ves, después de todas tus promesas el amor ¿a dónde fue?, ¿no me lo perdiste?, ¿quién se quedó con él?, si no vas a volver ya no me intentes abrazar, si ya no vas a quererme nunca más: déjalo, vete ya, pues no quiero verte más, sin tu amor ya me da igual, algún día entenderás que lo di todo por ti, toda mi ilusión, todo mi querer, mis secretos se van con tu tren. Te vas con lo mejor de mí. ¡Ah! por otro amor, que te haga feliz, pues el nuestro acaba, c'est fini. Y qué más da si al principio me querías o no era más que la novedad de salir con alguien fuera de lo normal, si no quieres nada más, si tienes otro en mi lugar, si esperas algo, si me quieres ver llorar. Déjalo, vete ya, pues no quiero verte más, sin tu amor ya me da igual, algún día entenderás que lo di todo por ti, toda mi ilusión, todo mi querer, mis secretos se van con tu tren. Te vas con lo mejor de mí. ¡Ah! por otro amor, que te haga feliz, pues el nuestro acaba, c'est fini.