Freitag, Mai 12, 2006

No me atrevo

No me molesta desechar, me molesta cuando me doy cuenta de que perdí algo que era mío. Y "mío" nunca suena arbitrario, no es como tratar de trenzar o descubrir que se crece a razón de fisuras. Aunque la gente diga, yo no les creo, no es tan normal la pertenencia. El objeto es más de su materia constitutiva que del que lo pretende obtener, y aún presa del espacio, no se lleva a todos lados. Ojos, manos, estómago, mente... eso sí. Congruencia, deseo, pensamiento, función... eso no. Mío es una palabra discreta, no continua. Y ahí protesto ante la gente que cree que nunca se está solo, porque entonces "nosotros" sería del segundo tipo.
Yo creo en la soledad, el aislamiento, los hasta nuncas y que la esperanza puede morir primero. Parece grito pero es palabra. Debajo de la piel tengo hojas secas, pensamiento oscuros, jardines vacíos, botellas abiertas, brotes impotentes, caminos oxidados, vidas truncadas, condiciones absurdas, curvas irrelevantes, ronchas que me dan comezón, lluvia horizontal, recuerdos en imágenes reminiscentes, (no voy a usar marchitos), circunstancias transformadas en cenizas, innumerables bifurcaciones, silencios corrosivos, mentiras al ras, insuficiencia sanguínea, árboles caídos, cortezas que no digiero y pecados sin perdonar.
Pero nada de eso es mío. (Te odio). Es sinónimo de ti. (Te odio). Porque siempre eras alguien y nunca mi cansancio,
mi abismo,
mi mirada,

mi algo.

2 Kommentare:

Félix Treviño hat gesagt…

Seria agradable verte. Hay tanto que decir que las palabras se me anidan en la lengua.

hiperkarma hat gesagt…

ella sabe que estamos ahí afuera. se va a aparecer cuando nos quiera ver.

"siempre eras alguien y nunca mi cansancio"