deshaciendo el amor

más que compañía tengo distracciones. luego llegan algunas personas especiales y me tropiezo, termino con heridas a las que después viene el ¿qué te pasó?/ nunca puedo tener lo que verdaderamente quiero; como Tú, como él, como una disipación de las sombras, como que exista una proyección pura del pasado, como vivir lejos del mundo de las ideas. soy adicta a la ausencia (eso es lo que me hace llorar). por eso busco a las personas sentada. no me gusta esperar; eventualmente todo vive en mí o fuera de mi atmósfera. sólo camino de la mano de la muerte y no al lado de alguien. por eso me aferro a la soledad y es hermoso poder estar triste, llena de placer y seca con alguien; porque luego se me apila la tristeza me azota la mutua insatisfacción el vivir en los filos caminar entre abismos encontrar las palabras los huecos donde caben las razones las miradas espectrales los momentos prostituidos los sentidos alterados por la diversión las historias que tienen fin el recuerdo de todas aquellas personas que pudieron haber sido y no fueron et après,

la ausencia tangible, inmutable (que es lo que me hace llorar).



-inherente al ser es la continuidad- porque cuando uno lo hace alguna vez ya no cesa de existir, inclusive perdido y en la nada. así, disuelta en el flujo del pensamiento, también la duda... si la ausencia es lo que me hace llorar,
..................................... ¿por qué no lloro?



y la respuesta llega desde otro tiempo, de cuando todavía no había pregunta: tengo la idea de la necesidad, pero no la empatía del sentimiento.

quizá esas lágrimas que se asomaron eran una premonición, para que nos empapáramos del futuro que no iba a ser nuestro (¿quién tiene derecho a poseerlo?), y después yo pensaba "aunque sea sólo esta noche" y antes tú dijiste "ya te tengo".
I.VO.LAR;