Samstag, Februar 05, 2005

-Cógeme-

Chingado. Ya empecé a suspirar. Empiezo y ya no sé cómo hacer que se detenga. Y es adictivo. Como las drogas. No me preguntes qué tipo; cuando el punto es perderse el 'tipo' deja de importar. Para cuando me doy cuenta ya no sé dónde estoy ni cómo llegué ahí. Muchas veces deseé haber estado muerta. Ahora sólo deseo estar viva. Y uno, con algo de conciencia, se da cuenta cuando el deseo es único. Simplemente se sabe que no volverá a pasar. No tiene mucho que ver con respirar o no hacerlo o sentirse llena de sonidos cuya referencia es la muerte (como escuchar una ambulancia o que se rompe una botella de vidrio azul o el taconeo de la soledad). Es cuestión de no seguir a la corriente, negándose a dejar el camino del por qué. Después surgen preguntas como: ¿Por qué es tan difícil ser célula de Dios? ¿por qué el negro tiene que ser tan opaco? ¿por qué me gusta tanto el concepto 'sexo'? ¿por qué no puedo llorar sin que mi cara se deforme repugnantemente? --> ¿por qué me veo en el espejo mientras lloro si tanto me molestan las imágenes? Y después vienen artificios como: porque cómo puedes ser célula de algo en lo que no crees, porque ese color oculta sentimientos y los sentimientos no brillan, porque es algo que nunca vas a disfrutrar del todo y es atractivo que sea socialmente incorrecto, porque cuando alguien llora no sabe disimular la porquería que tiene adentro, porque así se siente más intenso; es como llorar dos veces.
Pinche poesía. Me está matando junto con los suspiros.
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- ¿Y me la recomienda?
- ¿Qué?
- La hierba.
- Ampliamente.
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- A veces hay que deshacerse de lo que ya no funciona.
- Mejor componerlo.
- Pues sí, pero hay cosas que no tiene compostura.
- Pues yo, a pesar de estar batallando con estos brazos viejos, preferiría no cortármelos.
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- Tomar esa decisión me ha despertado otros deseos y me gustaría tener relaciones con usted.
- ¿Relaciones libres? No entiendo a qué se refiere.
- No, señora. Relaciones sexuales.
- Pero ¿no había dicho que se iba pronto?
- Sí, me voy mañana, pero antes quisiera hacer eso. Antes de marcharme.
- Entonces usted está diciendo que quiere fornicar conmigo a más tardar mañana.
- Así es.
- Está bien. Pero prefiero que sea mañana, si no le molesta.
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Esos diálogos son parafraseados por mi mente poco talentosa, en la película se oían mejor, pero: ¡viva el surrealismo! Que hay pocas cosas que penetran tan intensamente (una de ellas son las uñas en los ojos).

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